SUGIZO presenta en vivo desde Tokio: EPISODE I ~RE-ECHO TO COSMIC DANCE~

Desde los meses en que la pandemia del COVID-19 puso en pausa la música en vivo, los artistas alrededor del mundo han tomado todos los pasos posibles para llenar el vacío. En Japón, como en otros lugares, esto ha ido desde sesiones informales gratuitas transmitidas por YouTube hasta conciertos hechos y derechos, pagados y en recintos sin público.

Cuando SUGIZO hizo su primera incursión en este nuevo medio de los conciertos sin público, el 14 de octubre, el guitarrista de LUNA SEA y X JAPAN se privó de un recinto convencional. En su lugar, él y su reducido grupo de colaboradores, a quienes bautizó como COSMIC DANCE QUARTET, transmitieron su presentación desde los sombríos confines del club nocturno WOMB, en Shibuya.

El concierto partió sin mucha ceremonia. Al iniciar la transmisión en video podía verse a SUGIZO de pie, como una estatua, bañado por luces láser azules y púrpuras. Gesticulaba la letra de la difunta Origa que domina la introducción a DO-FUNK DANCE. En tanto a su derecha, el percusionista Kenji Yoshiura golpeaba un tambor con una cadena reposando en su piel.

Con el pasar del número electrónico teñido de notas metálicas, SUGIZO comenzó a pasearse, acechando con un riff en el centro de la pista de baile vuelta escenario. Sacó la lengua a la cámara y, con su abrigo al aire tras él al girar sobre sus talones, regresó a su lugar bajo el gran telón de fondo. Allí, alzó su brazo derecho por sobre su cabeza y, mientras el ritmo electrónico se desvanecía, separó sus dedos en un saludo vulcano.

Las luces y los láseres se volvieron violeta para TELL ME WHY NOT PSYCHEDELIA?. SUGIZO tiró la casa por la ventana en su barra del trémolo mientras patrones geométricos ondeaban en el telón de arriba. Tras un segundo paseo, completado con otro elegante giro, atacó con la misma pose anterior pero, ahora, su silueta era delineada con luz blanca.

En NEO COSMOSCAPE, SUGIZO cedió el centro de atención a Kenji Yoshiura, quien avanzó al centro del escenario con un yembé atado a su cintura. Para entonces SUGIZO había tomado asiento tras la batería, tocando en un frenesí primordial. Tras esto el guitarrista retornó a su lugar y tomó un objeto extraño con apariencia de vara.

Toda esperanza de que fuera el arco de un violín se desvaneció cuando SUGIZO arrastró sus dedos por lo que era, realmente, un controlador de cinta de sintetizador, con el que produjo un sonido parecido a estática. Pareció tratarlo como un aparato que llegó a él de casualidad, deslizando sus manos arriba y abajo por el diapasón aleatoriamente, mientras Yoshiura azotaba la batería.

El rasgueo flojo de Raummusik proclamó un cambio sustancial de tono. En medio de un pantanoso ritmo electrónico, con láseres turquesa oscilando despacio e imágenes de medusas en el fondo, SUGIZO se quedó plantado en su lugar, sirviéndose del exceso de pedales a sus pies.

Este ambiente tranquilo entró incluso en ARC MOON. Claro está, hasta alcanzar el clímax en el solo, donde su rostro se contorsionó como si estuviese canalizando la energía de su guitarra agonizante. Tras esta hábil demostración cambió de instrumentos, tomando su violín para FATIMA.

Al inicio de Lux Aeterna se desvaneció del fondo la tropa fantasmal de bailarines del vientre, dejando todo el set en completa oscuridad. Durante varios minutos, entre destellos de luz blanca, la luz más visible fue la de la pantalla del laptop de MaZDA, a cargo del sintetizador, en un primer plano suyo manejando un abrumador arreglo de diales, botones y controles deslizantes.

Cuando finalmente una luz iluminó a SUGIZO, se le reveló sosteniendo una guitarra negra con las palabras "SAVE SYRIA" grabadas en letras mayúsculas blancas. Al tocar, el telón del fondo se llenó de una sucesión de imágenes de niños refugiados de Siria, posiblemente fotografiados cuando el guitarrista visitó los campos de refugiados en Jordania.

Este tono serio se volvió drásticamente violento cuando FOLLY trajo consigo imágenes de las paradas militares de la Segunda Guerra Mundial y de pruebas de bombas. Las luces rojas completaron el ambiente para un preciso trabajo de guitarra incendiario, mientras MaZDA alzó la vista y levantó el puño al aire acompañando el ritmo vibrante.

Entonces, hubo un aumento en las cuerdas y la violenta luz volvió a iluminar a SUGIZO. El guitarrista se quedó de pie, quieto, con las manos juntas como en una oración mientras, a sus espaldas, pasaban imágenes icónicas de Che Guevara, Martin Luther King, Mahatma Gandhi y la Madre Teresa.

De pronto, la pista se bañó de luces rojas y azules con el inicio de Misogi. Kenji Yoshiura se levantó de detrás de la batería con su yembé. SUGIZO se le unió al centro del escenario, donde el dúo se enfrentó en una batalla sin igual. Yoshiura golpeaba su pecho con su puño durante los licks de guitarra hasta que el duelo acabó con unos instantes frenéticos donde tocaron juntos.

Girando hacia la cámara, SUGIZO sacudió una mano brevemente hacia el parche del yembé antes de volver a su lugar. Allí, tomó el controlador de cinta y lo sostuvo en alto cual He-Man invocando el poder de Grayskull. Pasó sus dedos a lo largo de este curioso instrumento com si lo arañara, dejándolo a un lado para dar paso a su pose vulcana por tercera y última vez antes de que la música se desvaneciera.

Un encargado del equipo diligentemente cambió su guitarra por un micrófono, el que usó para presentar formalmente a los integrantes de su banda esa noche: En el sintetizador, MaZDA; en la percusión, Kenji Yoshiura, y como invitado especial un segundo sintetizador: HATAKEN. Tras repetir el nombre de cada uno, tiró un beso a la cámara y se alejó.

Regresó con un iPod en la mano, para así comenzar un largo MC que concluyó con el anunció de la última canción: The Voyage Home.

Bañado con una luz naranja y acompañado del sonido de una guitarra acústica vibrante y olas sobrepuestas, SUGIZO tomó su violín para un tema instrumental que era igual de melancólico y reconfortante. Este ambiente mixto se hizo eco en el telón del fondo, donde se intercalaron imágenes de puestas de sol sobre el mar con los rostros de niños sirios desterrados.

SUGIZO tomó el micrófono por última vez y gritó los nombres de sus compañeros de banda por última vez, agregando a ellos al VJ ZAKROCK y a su sonidista, Dub Master X. Finalmente, el guitarrista se unió a MaZDA, Kenji Yoshiura y HATAKEN al centro de la pista de baile, ahora escenario, para hacer una reverencia todos juntos.

Así, y como si quisieran reforzar esa sensación de haber visto un DVD producido en tiempo real, comenzaron a pasar los créditos.

Set List

01. DO-FUNK DANCE
02. TELL ME WHY NOT PSYCHEDELIA?
03. NEO COSMOSCAPE
04. Raummusik
05. ARC MOON
06. FATIMA
07. Lux Aeterna
08. FOLLY
09. Misogi

Encore

10. The Voyage Home

Para más información sobre las próximas actividades de SUGIZO y su actual actitud, revisa nuestra entrevista más reciente.